El poder del movimiento para el bienestar emocional

Moverse vs entrenamiento

"El movimiento es algo más que ejercicio físico. Es una poderosa herramienta de salud mental, un salvavidas en nuestro estresante mundo. Como profesional de la industria del fitness, he visto cómo el movimiento ha moldeado vidas para una mejor salud mental en los últimos 15 años."

Andie Illanes

En los últimos años, ha habido un cambio significativo en la industria del fitness, donde el bienestar mental y emocional ha ocupado el primer lugar como motivación principal para hacer ejercicio.

Este cambio destaca el reconocimiento creciente del impacto profundo que el movimiento puede tener en nuestro bienestar general.

En esta publicación de blog, exploraremos la diferencia entre el movimiento y el ejercicio, de qué manera el movimiento influye en el bienestar emocional y cómo incorporar el movimiento en nuestras vidas para lograr una salud mental óptima.

Entendiendo el movimiento vs. el ejercicio:

Antes de adentrarnos en los beneficios del movimiento para el bienestar emocional, es importante diferenciar entre el movimiento y el ejercicio.

Mientras que el ejercicio se refiere a actividades estructuradas diseñadas para lograr resultados específicos, el movimiento abarca todas las actividades físicas realizadas fuera de lo necesario para mantener nuestros cuerpos vivos en reposo.

El movimiento incluye tareas cotidianas como hacer quehaceres, jugar con los niños y caminar hasta la tienda. No todo movimiento es ejercicio, pero todo ejercicio es movimiento.

En cuanto al bienestar emocional, el movimiento se refiere a cualquier actividad física adicional en la que las personas participan para mejorar su estado mental, emocional o físico.

El impacto del movimiento en el bienestar:

El movimiento ofrece numerosos beneficios que van más allá de la aptitud física. Estudios han demostrado que diversos tipos de movimiento pueden afectar positivamente nuestro equilibrio hormonal.

Las hormonas asociadas con emociones positivas, como la serotonina y la dopamina, pueden ser influenciadas por el movimiento, lo que lleva a un aumento de sentimientos de placer, logro y bienestar general.

Además, se ha vinculado el movimiento con mejoras en la función cerebral, la calidad del sueño, la tolerancia al estrés y la recuperación física.

Al participar en movimiento regular, podemos cambiar nuestra percepción del estrés y aprender a asociar el aumento de la frecuencia cardíaca y otras respuestas fisiológicas con experiencias positivas.

El movimiento también fomenta un sentido de conexión y comunidad, ya que las actividades físicas brindan oportunidades para conocer nuevas personas, fortalecer relaciones existentes y cultivar un sentido de propósito y significado en la vida.

Diferenciando el movimiento para el bienestar:

Mientras que el ejercicio tradicional se enfoca en resultados específicos como el rendimiento o la estética, el movimiento para el bienestar emocional prioriza la consistencia, el contenido y su impacto en el estado emocional, la satisfacción de vida y la salud general de un individuo.

El énfasis está en cómo se siente el movimiento física y emocionalmente, en lugar de centrarse únicamente en medidas externas de éxito.

Las prácticas de movimiento para el bienestar emocional son similares a la atención plena y la meditación, alentando a las personas a estar presentes en el momento y cultivar experiencias positivas.

Elegir el movimiento para el bienestar emocional:

Dentro de los objetivos que buscamos con el movimiento para el bienestar emocional se encuentran:

  1. Atención plena

  2. Reducción del estrés

  3. Regulación emocional

  4. Conexión mente-cuerpo

Al seleccionar actividades de movimiento para mejorar el bienestar emocional, no hay reglas fijas y rápidas.

Siempre y cuando el movimiento sea seguro y poco probable que cause daño, la clave es enfocarse en lo que beneficiará el bienestar general.

Las experiencias emocionales positivas durante el movimiento aumentan la probabilidad de una participación sostenida, lo que conduce a cambios a largo plazo en la salud física y mental.

Es esencial considerar las preferencias personales, como las actividades que ya se disfrutan, las oportunidades de participación social y la accesibilidad.

Algunos ejemplos:

  1. Tai Chi: El Tai Chi es un arte marcial chino que implica movimientos lentos y deliberados, respiración profunda y meditación. Promueve la relajación, la atención plena y el equilibrio. La práctica regular de Tai Chi ha demostrado reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, al tiempo que mejora el bienestar emocional.

  2. Terapia de Danza: La terapia de danza combina el movimiento y las artes expresivas para promover la curación y el bienestar emocional. Permite a las personas explorar y expresar sus emociones a través de movimientos de baile. Bailar puede ser una forma catártica y empoderadora de liberar emociones, reducir el estrés y mejorar la estabilidad emocional.

  3. Caminata Consciente: La caminata consciente implica caminar lentamente y de manera deliberada mientras estás plenamente presente en el momento. Puede hacerse en interiores o al aire libre, y te anima a observar tu entorno, las sensaciones en tu cuerpo y el ritmo de tus pasos. La caminata consciente promueve la conexión con la tierra, la reducción del estrés y el equilibrio emocional.

  4. Artes Marciales: Las prácticas de artes marciales como el karate, el taekwondo o el judo pueden ayudar a mejorar la estabilidad emocional al proporcionar una salida estructurada y disciplinada para la actividad física. El entrenamiento de artes marciales a menudo enfatiza el autocontrol, la disciplina y la concentración, lo cual puede influir positivamente en la regulación y la estabilidad emocional.

  5. Danza Extática: La danza extática es una práctica de movimiento libre que fomenta la expresión espontánea e incontrolada del cuerpo a través de la danza. Crea un espacio seguro para la liberación emocional, la autoexpresión y la conexión con los demás. La danza extática puede ser una práctica alegre y liberadora que apoya el bienestar emocional.

  6. Qigong: El Qigong es una práctica china que combina movimientos suaves, trabajo de respiración y meditación para cultivar y equilibrar la energía del cuerpo. Promueve la relajación, la reducción del estrés y la armonía emocional. Los ejercicios de Qigong pueden ayudar a liberar bloqueos emocionales, mejorar la resiliencia emocional y fomentar una sensación de calma y estabilidad.

  7. Yoga: El yoga es una práctica mente-cuerpo que combina posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación. Promueve la relajación, la reducción del estrés y el equilibrio emocional. Ciertos estilos de yoga, como el Kundalini o el Yin yoga, pueden enfocarse específicamente en la liberación emocional y el cultivo de un estado mental positivo.

Preguntas de coaching para explorar el movimiento:

Para guiar a las personas en la exploración del movimiento para el bienestar emocional, considera hacer las siguientes preguntas:

  • ¿Qué movimientos y actividades ya disfrutas?

  • ¿Cómo puedes incorporar actividades que involucren a amigos o familiares?

  • ¿Qué actividades podrían ayudarte a conocer nuevas personas y fomentar conexiones?

  • ¿Qué te resulta accesible en este momento, aunque no necesariamente te haga sentir bien?

  • ¿Cuándo has experimentado emociones positivas durante el movimiento y cómo puedes recrear esas experiencias?

Si bien los programas de ejercicio estructurados tienen su lugar, el poder del movimiento para el bienestar emocional radica en su adaptabilidad e inclusividad.

Para las personas que buscan mejorar su vida en general y mejorar su salud mental, actividades como hacer senderismo, andar en bicicleta, jugar deportes con seres queridos, bailar y salir a caminar pueden tener un impacto positivo directo en el bienestar.

Al adoptar prácticas de movimiento que prioricen las experiencias emocionales y la satisfacción, las personas pueden desbloquear el potencial transformador del movimiento para su bienestar integral.

Recuerda que el movimiento es un viaje personal y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra.

La clave es explorar diferentes actividades, escuchar a tu cuerpo y encontrar los movimientos que te brinden alegría, conexión y un mejor bienestar emocional.

Te invito a explorar formas de movimiento independientes al ejercicio. Mejora el enfoque, la productividad y la energía de tu ecosistema.

¡Nos vemos en el siguiente post!

Andie